Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Cada día, en Oviedo, los médicos diagnostican siete nuevos casos de enfermedad mental, según la catedrática de Psiquiatría y directora del centro de atención integral de La Corredoria, Paz García-Portilla. En ese centro, en el que son atendidos 24.000 pacientes, se inauguró ayer un hospital de día, el segundo en Oviedo -el primero fue el de San Lázaro-. Se inicia con 23 pacientes, pero el objetivo es, según García-Portilla, atender a un centenar, y en él los enfermos severos, la mayoría con esquizofrenia y trastorno bipolar, reciben atención personalizada, toman su medicación y participan en programas terapéuticos.

En la apertura del hospital de día estuvieron el gerente del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), Juan Azcona, y la recién nombrada directora del área de gestión clínica de Salud Mental del Hospital Universitario Central de Asturias, Pilar Saiz. También el presidente de Sociedad Española de Psiquiatría, Julio Bobes. Azcona aprovechó para despedirse de los profesionales sanitarios ante el inminente relevo en el Gobierno regional, y destacó que el nuevo equipamiento de La Corredoria es «fundamental para mantener la continuidad en el tratamiento de los enfermos mentales graves».

El hospital de día de La Corredoria atiende a los enfermos derivados desde los centros de salud mental del Naranco, de Pola de Siero y, por supuesto, de La Corredoria. El estado de los pacientes, explicó la directora, es evaluado por los psicólogos clínicos, psiquiatras y enfermeras, que diseñan un tratamiento personalizado para cada uno. «Es difícil que dos enfermos sigan el mismo», observó. Se incorporan a programas terapéuticos que les ayudan a afrontar los problemas asociados a la enfermedad mental, de control de peso, deshabituación tabáquica, para desarrollar habilidades sociales e incluso para aprender a convivir con las alucinaciones.

Las plazas del nuevo hospital no son suficientes, según García-Portilla, pero reconoce que suponen «un gran respiro». La doctora explicó que los ingresos en el Hospital Central duran como máximo quince días, tiempo insuficiente para avanzar en la curación. Luego su atención recae en las familias, les supone «un esfuerzo titánico», según sus palabras. El centro de día de La Corredoria, precisamente, reducirá y acortará la hospitalización.

Los primeros episodios psicóticos suelen aparecer en jóvenes menores de 25 años. Carmen Collado, Carmen Bastarrica y Carmen Solar, madres de enfermos mentales y miembros de AFESA ( Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Asturias), señalan que la incidencia de la enfermedad mental es de un 10 a un 15 por ciento de la población, y el 85 por ciento permanece en su hogar. «Es difícil comprenderlo, es complicado convivir con ella y tratarla», observaron. Las estructuras sanitarias, opinan, «son escasas», y esperan que, como está anunciado, se duplique el número de plazas para ingresos en el HUCA, para evitar altas precipitadas.

El centro de La Corredoria aún tiene pendiente la apertura del área de internamiento, que Saiz cuenta con poner en servicio «no más allá de 2013».