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La cama de Procusto
ANÁLISIS

La cama de Procusto

EMILIO SOTOMAYOR

Viernes, 13 de febrero 2009, 04:26

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¿Qué es la salud mental y la psiquiatría pública? Por un lado, una paciente esquizofrénica en Siero es seguida en su casa por el Equipo de Terapia Asertiva Comunitaria, buscando soluciones y alternativas terapéuticas para ella.

Por otro, en Oviedo existen sólo veinte camas de hospitalización para enfermos agudos y ninguna unidad de hospitalización intermedia cerrada para casos más graves, que pudieran requerir un ingreso por mayor tiempo. El sector privado dispone de siete camas con una importante demanda de uso. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que, para un área de 350.000 habitantes (Oviedo, Siero, Cangas del Narcea) debería haber, al menos, 35 camas de agudos.

Antes se atendía la «verdadera» psiquiatría (esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión grave). Ahora, la sociedad y la ley exigen que se atienda al toxicómano que delira, al hombre con un conflicto marital que amenaza con suicidarse o a una prostituta aterrorizada por un proxeneta que la busca para golpearla.

No hay delirio ni trastorno mental, pero desde la perspectiva humanitaria requiren atención y ayuda. Por otro lado, esta patología «banal» es la que aporta el mayor número de suicidios a las estadísticas.

¿Soluciones? En Alemania, un país de nuestro entorno, los pacientes de la Seguridad Social tienen acceso de manera coordinada a todos los recursos públicos y privados y, aún así, hay escasez de medios. De lo contrario, los pacientes deberán ajustar su morbimortalidad, como en una cama de Procusto, a la limitación de medios de lo público.

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